Por Jorgelina Bragagnolo
1.- Introducción
El liderazgo de Brasil en Sudamérica es evidente, e incluso aceptado con resignación por nuestro país (Chaves García, 2010), rival histórico en el espacio sudamericano.
Este país perfila como líder, en primer término, por su posición como potencia emergente a raíz del proceso de industrialización que llevó adelante a principios de este siglo y que posteriormente lo llevó a ser miembro del grupo BRICS. Este grupo nació de manera informal en el 2006, con la reunión de trabajo al margen de la apertura de la Asamblea General de las Naciones Unidas con el objetivo de la coordinación entre Brasil, Rusia, India y China y que más adelante se sumara Sudáfrica (Mecanismos interregionales - BRICS – Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, s.f.).
Sin duda, este grupo coordinado, pone en evidencia que los Estados Unidos aún no han podido recomponer su poder económico y que nos encontramos ante la reordenación del sistema internacional en donde se perfila una multipolaridad.
Sudamérica es un subsistema político internacional (Peña, 2009) donde, si bien la presencia norteamericana ya venía siendo escasa por el foco de su política exterior en otras regiones, está perdiendo también influencia, en primer lugar, por el carácter de líder de este gigante latinoamericano y también la presencia creciente de China en la región.
Luego de aquel NO al ALCA, y aún desde antes, han proliferado en el subcontinente procesos de integración de claro signo opuestos a los propulsados acuerdos de libre comercio de Estados Unidos. Que se plantee a la ONASUR como alternativa a la OEA en materia de seguridad, sin la membresía de Estados Unidos, era algo impensable pocos años atrás. La relevancia de este tema es tan simple, y tan importante, como que de esto depende el futuro de toda Sudamérica (Bautista S., 2015). Aún asistimos al reordenamiento del sistema internacional, luego de la crisis del 2008, y está en juego que potencia tendrá influencia en la región, si continuará siendo Estados Unidos, si logra que Brasil reduzca su crecimiento y su aspiración de líder de la integración regional, y con ella reducir los bloques cuyo objetivo sea la inserción internacional sin su liderazgo, o si la nueva potencia emergente regional será capaz de emprender la disputa del liderazgo en el subcontinente, con su membresía en los BRICS. Otra potencia que se ha introducido paulatinamente en la región y que Estados Unidos deberá contener es la de China, otro miembro de los BRICS en muy buena relación con Brasil.
Briseño Ruiz (2013) ubica a los acuerdos de libre comercio propugnados por Estados Unidos dentro del eje de integración que llama regionalismo abierto. Sin duda, y en la misma línea de este autor, aquellos de estas características profundizan la naturaleza asimétrica de las negociaciones comerciales, y además no hay normativa para regular las normas de anti-dumping y los derechos compensatorios, mecanismos de protección para-arancelaria bastante utilizada por la potencia del norte. Creo además, que la revisión del esquema de integración del Mercosur hacia uno que incluye aspectos más políticos y sociales es una consecuencia, además, del color político de los gobiernos de ese momento, innegable de esta situación de mayor poder geopolítico por parte de Brasil en detrimento de la antaño hegemonía de Estados Unidos.
A mi entender es importante tener la suficiente autonomía regional para lograr que la integración regional beneficie no solo a las economías de los estados partes, sino que, además, la misma sea un instrumento para el logro del derrame del crecimiento económico que se pueda alcanzar obligatoriamente a sus ciudadanos. El libre comercio tal y como es entendido por el país del norte no parece ser una alternativa que logre dicho objetivo. Es indudable que con Brasil, parte de los BRICS, no ya disputando dentro de ese bloque la hegemonía en la región, propulsando la integración regional institucionalizada, la aparición de una nueva presencia, la de China que lentamente se fue introduciendo en la región también incomoda a la potencia del norte. Esta última intenta, para recuperar su influencia en la región debilitar la integración que fortalece a su oponente regional e intentará debilitar la presencia de China.
2.- Contexto de la disputa por el liderazgo regional
Con la crisis del 2008, generada a raíz de la quiebra de varios bancos en Estados Unidos, de la que, la más importante, fue la del banco Lehman Brothers, con el traslado de la misma a Europa en donde se reprodujo una situación similar (Burgos, 2016) dando lugar al fin del orden unipolar (García Delgado & Racovschik, 2016).
La política monetaria expansiva llevada adelante por Estados Unidos para mitigar las consecuencias de esta crisis, dio lugar a la salida general de dólares hacia el mundo, generando, a su vez, un efecto monetario por el que las materias primas nominadas en dólares subieran y, a su vez, aquellos países exportadores de las mismas tuvieron un crecimiento importante desde 2010. Sumado a esto, el rápido crecimiento de Chica que había hecho posible la recomposición del comercio asiático y del comercio con sus proveedores de recursos naturales de América Latina y África, con la crisis se produce un desacople (Burgos, 2016) entre este crecimiento chino y sus socios comerciales, en especial asiáticos, africanos y latinoamericanos, y la recesión producida en Estados Unidos y Europa. En este contexto aparecen las potencias emergentes: BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), y se perfila un sistema internacional multipolar.
Se dibuja un nuevo mapa político en Sudamérica a partir del retroceso de la influencia de los Estados Unidos en la región, coincidiendo con el auge de la integración en la región.
Mapa político en donde actores perfilados como nuevas potencias ponen en peligro la otrora influencia de Estados Unidos en la región: China como influencia externa y Brasil como líder regional impulsando procesos de integración institucionalizados, como socio fundador del MERCOSUR, el cual ha sido revisado desde el 2003 dándosele una impronta más social, de inclusión de sus ciudadanos; también es el impulsor de la ONASUR, incorporando a la integración los aspectos político, social, cultural, ambiental y económico, haciendo hincapié en las asimetrías e impulso al factor productivo, y adoptando la cooperación en sectores como la educación, la salud la infraestructura, la energía, las finanzas y las políticas sociales (Racovschik, 2016) en donde es de destacar el área de defensa ya que se presenta como alternativa a la OEA, como comentara en la primera parte de este trabajo.
Es claro que Estados Unidos utilizará todas las herramientas a su disposición para recomponer su liderazgo en su llamado “patio trasero” extendido.
La caída de los precios de los commodities desde el 2014 ha producido en la región una seria crisis económica y, por supuesto, también ha afectado Brasil. Además, la crisis política en la que se ha visto inmerso ese país, es parte de un plan de desestabilización política por pergeñado por Estados Unidos para debilitarlo. El impichment, presentado por una línea de pensamiento de la ciencia política, como mecanismo para evitar los golpes militares, y lograr así la conservación de la democracia, y bajo el pretexto de la baja popularidad de un Presidente, ante una crisis, ha sido un medio de lograr pueda ser removida la Presidente Dilma Russef, y así conseguir que el vicepresidente, de orientación política más cercana al país del norte, asumiera la Presidencia de modo institucional. Difícil no pensar que ha sido un golpe blando como lo hace Bautista (2015), muestra clara de que Estados Unidos no se retirará fácilmente y seguirá buscando, entre otras cosas, acuerdos de libre comercio para también contener a China.
3.- Reflexiones finales.
Sería importante para los países de la región, convencidos de los beneficios que la integración regional institucionalizada puede traer para sus nacionales, juntos fortalecer los bloques, buscar la coordinación de políticas, negociando en bloque en los organismos internacionales para el beneficio de todos los ciudadanos regionales. Nunca más vigente aquella inteligente frase de Juan Domingo Perón, “el 2000 nos encontrará unidos o dominados”. Buscar la unión para evitar la dominación beneficiará más a todas las naciones involucradas.
Unidos como subcontinente, y a la vez para dentro de cada estado. La única posibilidad de poder evitar este tipo de golpes blandos es que cada ciudadano, cada representante logre entender la importancia de colaborar en la continuidad de aquellos cuya legitimidad fue dada por el voto popular y como tales deben terminar su mandato, porque “si entre ellos pelean, los devoran los de afuera”.
Referencias
Bautista S., R. (5 de Mayo de 2015). La fractura geopolítica de Suramérica empieza en Brasil. Obtenido de Adital: www.adital.com.br
Bianco, C. (2015). Informe sobre economía y Internacional.
Briceño Ruiz, J. (2013). Ejes y modelos en la etapa actual de la integración económica regional en América Latina. Estudios Internacionales(175), 9-39.
Burgos, M. (9 de Mayo de 2016). América Latina frente a los desafíos del actual escenario internacional . Obtenido de Diplomatura Superior en Desarrollo, Políticas Públicas e Integración Regional: http://virtual.flacso.org.ar
Chaves García, C. (Septiembre de 2010). La insercion internacional de Sudamérica: la apuesta por la ONASUR. Iconos. Revista de Ciencias Sociales. (38), 29-40.
García Delgado, D., & Racovschik, M. A. (25 de Abril de 2016). Del contexto posneoliberal al actual contexto global. Obtenido de Diploma Superior en Desarrollo, Políticas Públicas e Integración Regional: http://virtual.flacso.org.ar
Mecanismos interregionales - BRICS – Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. (s.f.). Obtenido de http://www.itamaraty.gov.br/es/mecanismos-interregionales
Peña, F. (Enero-Febrero de 2009). La integración del espacio sudamericano. ¿La ONASUR y el MERCOSUR pueden complementarse? Nueva Sociedad(219), 46-58.
Racovschik, M. A. (30 de Mayo de 2016). UNASUR: su modelo de cooperación, integración y desarrollo. Obtenido de Diplomatura Superior en Desarrollo, Políticas Públicas e Integración Regional: http:/virtual.flacso.org.ar